Aunque el método cutáneo fue más eficiente y exigió menos recursos y pruebas, ambos métodos se pueden usar en conjunto con algunos casos de alto riesgo, señaló el Dr. Rabih O. Darouiche, autor líder de uno de los dos informes que aparecen en la edición del 7 de enero de la New England Journal of Medicine.
Las infecciones son una complicación común después de la cirugía, con una incidencia de hasta cinco por ciento para quienes se someten a procedimientos muy invasivos, como cirugía de colon o reemplazo de cadera. La atención con frecuencia se ha enfocado en las causadas por la bacteria S. aureus resistente a los antibióticos que puede propagarse más allá de su base en la nariz.
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